Dentro de las prácticas para llevar a cabo unos hábitos adecuados de higiene bucodental se encuentra la técnica denominada tartrectomía o limpieza bucal. Dicha técnica ha de realizarse siguiendo unos directrices, ya que una mala praxis puede provocar daños en el esmalte, sensibilidad dental e incluso enfermedades en las encías.
Es recomendable educar desde pequeños en la higiene bucodental y llevar unos hábitos adecuados para evitar problemas más graves en un futuro. Esta es una de las principales funciones del higienista bucodental.
Recomendaciones para llevar buenos hábitos en la higiene dental
Según la OMS, Organización Mundial de la Salud, la mayor incidencia de problemas bucodentales se presenta en los países menos desarrollados y más pobres. La educación en la salud dental es muy importante y es necesario seguir unas pautas determinadas para conseguir un buen hábito. Por ejemplo, hay que cepillarse los dientes 3 veces al día con pasta con flúor (según recomienda la OMS) y completarlo con colutorios, hilo o seda dental, cepillos interdentales, irrigadores… Además, la alimentación también es importante, actos como disminuir la ingesta de azúcar y llevar una dieta sana y equilibrada ayudarán a tu salud en general, y a la higiene bucal en particular.
¿Cómo podemos saber si tenemos un problema bucal?
Es recomendable que realicemos revisiones periódicas con nuestro dentista para mantener una salud bucal y localizar cualquier problema rápidamente. Los higienistas, se encargan de realizar una prevención y evitar problemas bucodental antes mencionados. De todas formas, debemos prestar especial atención a nuestra boca si notamos la aparición de llagas o úlceras en la misma, si nos sangran las encías o las sentimos inflamadas, notamos mal aliento o una excesiva sensibilidad, dolor de muelas o al masticar…
Además, signos de alarma o de alerta como tumefacción, hinchazón, etc., pueden ser determinantes para identificar que algo no va bien en nuestra boca. Si tenemos alguno de estos síntomas lo más recomendable es que visitemos a nuestro dentista lo más pronto posible.
Factores que influyen en la aparición de enfermedades bucodentales
Los factores que influyen en la aparición de las enfermedades bucodentales son muy amplios. Por ejemplo, el tabaco es un gran enemigo de la salud bucodental, así como el abuso en la ingesta de azúcar, los cambios hormonales, un continuo mal cepillado, los vómitos frecuentes o el reflujo, ya que los ácidos provocan daños en nuestros dientes.
Enfermedades bucodentales
Existen varias enfermedades que son más comunes en higiene bucodental. La mayoría se pueden evitar ya que sus causas son una mala higiene o malos hábitos de salud.
La gingivitis
La gingivitis consiste en una inflamación de las encías, es provocada alteraciones en la flora bacteriana que tenemos en la cavidad bucal, la placa se acumula debido a mal cepillado y ocasiona dicha inflamación, derivando en síntomas como sangrado, encías enrojecidas, mal aliento, etc. Dicha gingivitis se puede prevenir con unas técnicas adecuadas de cepillado ayudadas por medios químicos como colutorios. Se tratará realizando una tartrectomía o limpieza bucal.
La periodontitis
Si la anterior gingivitis sigue progresando, no solamente se dañarán las encías si no que además tendremos afectación del preriodonto (hueso, ligamento periodontal y cemento radicular), lo que conllevará a una inflamación, retracción de encías, creación de bolsas periodontales, etc. Se tratará con curetajes, RAR (raspados y alisados radiculares).
Las caries
Las caries son zonas del diente dañadas, donde incluso puede haber cavidades. Cuando desciende el PH salival por debajo de 5,5 se produce una desmineralización de los cristales de hidroxiapatita que conforman el esmalte siendo más fáciles de atacar por los ácidos.
La caries afecta tanto a dentición temporal como definitiva. Nuestro papel como higienista consiste en una divulgación correcta sobre cepillado de dientes y encías (se deben limpiar las encías incluso antes de que aparezcan los primeros dientes) en edades tempranas.
Los dientes rotos y dientes sensibles
Los dientes rotos y los dientes sensibles son algunos problemas que pueden presentarse en la cavidad bucal. En ocasiones, se producen traumatismos por malas técnicas como morder objetos demasiado duros o simplemente por masticar alimentos indebidamente. Esta mala técnica producirá roturas de capas de esmalte, dejando al descubierto la dentina, lo que producirá sensibilidad y dolor. Para su tratamiento debemos acudir a un profesional. La sensibilidad dental puede aparecer al ingerir alimentos o bebidas frías y calientes, sintiendo el paciente dolor. Esto puedo ocurrir de manera reversible, por ejemplo debido a un tratamiento (blanqueamiento dental) o deberse a una enfermedad de las encías (gingivitis, periodontitis…) y por algún traumatismo y empaste en mal estado como antes hemos indicado.
En el mercado existen pasta, enjuagues bucales con componentes específicos para paliar dicha sensibilidad pero lo más importante es descubrir el detonante que lo produce para poder tratarlo. Por eso es fundamental realizar una buena historia clínica al paciente.
Estas patologías se deben en gran medida a factores extrínsecos como el tabaco.
La salud bucal en niños, mujeres y hombres
Numerosos estudios aconsejan visitar al dentista antes de que los niños cumplan su primer año de vida. Tanto los bebés amamantados como los alimentados con biberón pueden sufrir caries, por ello es fundamental cepillarles los dientes en el momento que hagan su aparición en boca. Tanto la leche materna como la de fórmula, presentan azúcares, lo que puede producir caries. Incluso es recomendable la limpieza de encías en bebés sobre todo después de la toma nocturna.
Es importante también que los niños empiecen con su rutina de higiene bucodental lo antes posible, instruyendo a los padres en una correcta técnica de cepillado adecuada a su edad, introduciendo flúor según las recomendaciones de la OMS. Este es unos de los campos fundamentales en el trabajo de los higienistas bucodentales.
En las mujeres, los cambios hormonales en determinados momentos de la vida influyen en el riesgo de padecer problemas bucodentales. En la menstruación, el embarazo y la menopausia se pueden experimentar distintas afecciones como llagas, caries o enfermedades en las encías, respectivamente.
En el caso de los hombres, según un estudio publicado por la Academia Estadounidense de Periodoncia, cuidan sus dientes y encías menos que las mujeres. Además, un estudio de reveló que el cáncer de boca de garganta es más común en hombre, y que aquellos que hayan padecido una enfermedad periodontal tienen más posibilidades de padecer otros tipos de cáncer que aquellos que tengan la boca y las encías sanas.
La relación entre la salud bucodental y general
El mantenimiento y cuidado de una boca sana puede llevarnos a conseguir un cuerpo sano. Según estudios, la aparición de bacterias orales y la inflamación puede asociarse a enfermedades de corazón, inflamación del revestimiento del corazón, nacimientos prematuros o bajo peso al nacer. También pueden provocar infecciones en el torrente sanguíneo y problemas en la autoestima, habla y nutrición. Aunque no siempre se pueden prevenir todas las afecciones, llevar un hábito de vida saludable y de higiene bucodental puede reducir el riesgo de enfermedad grave en las encías.
Para prevenir todo esto lo aconsejable es tener buenas rutinas, como se ha especificado a lo largo del artículo. Debemos visitar habitualmente al dentista, cepillarnos los dientes 3 veces al día con pasta fluorada, usar hilo dental, colutorios al menos una vez al día… y realizarnos una limpieza bucodental una vez al año en el dentista/higienista. La alimentación es muy importante también por lo que si reducimos el azúcar y aumentamos la ingesta de alimentos con alto contenido en fibra conseguimos muchos beneficios a nivel de salud bucodental y salud general.