Durante estos días de aislamiento a todos nos ha cambiado la percepción del mundo. Parece que todo se ha paralizado, pero no es así, seguimos más vivos que nunca a través de las tecnologías.
Estamos lejos pero a la vez tan cerca gracias a los móviles, chats, videollamadas. Sabíamos de su importancia pero creo que no éramos conscientes de su valor. Gracias a ellas podemos ver y escuchar las caras de nuestros alumnos, de nuestros amigos y familiares que veíamos cada día en clase. Estamos consiguiendo una conexión, una unión que no olvidaremos nunca.
Estos momentos de compartir, no solo contenidos de los módulos, sino sentimientos, miedos, alegrías, cuentan mucho más que una nota o un aprobado. Es tanto el esfuerzo que estamos haciendo todos desde todas la partes que a mi parecer todos, profesores, padres, madres y alumnos estamos dando lo mejor de cada uno de nosotros.
Estamos aprendiendo a vivir en alerta, a preocuparnos por los demás, a valorar las pequeñas y grandes cosas, a vivir en familia, todo eso no se aprende en un curso normal.
Desde mi visión personal de directora de instituto, de Kapitana de un equipo de 22 profesores y de madre de dos niños, estoy convencida de que este año estamos aprendiendo valores añadidos. Estoy segura de que esta generación saldrá mucho más preparada en todos los sentidos y con los valores necesarios para continuar, caerse y volverse a levantar.
Generación de VALIENTES que se enfrentan sin miedo a esta nueva realidad, a este mundo que se ha parado sin más. Todos y cada uno de ellos con sus historias, sus ilusiones y sueños, son nuestro motor que nos arranca y nos da toda la energía y luz para continuar.
Por vosotros y vosotras, nuestros alumnos, nos dais toda la fuerza que necesitamos cuando vemos vuestras sonrisas en la pantalla del ordenador.
¡Gracias kapitalinos por seguir con nosotros, sois una generación de valientes!